lunes, 10 de diciembre de 2007

Ana opina sobre el transporte público:

Te digo que cuatrocientas palabras no son suficientes para describir lo que hace un hombre sentado sobre un mar rojo.
No puedo contar la cantidad de muecas y brazos que vi.
Se revuelcan a toda velocidad.
Hoguera bajo la piel que consume uno a uno los poros de esa cabecita rubia.
O un negro de dos metros cubierto por una túnica de besos blancos.
Sea lo que sea nunca llegamos en punto.

1 comentario:

la nieta del siglo dijo...

Me encantó. Uf. Mucho. Y las letras rojas. Uf. Como si veía el rojo por primera vez en mil años.