Cuando era así de chiquito me estremecí con esta serie. En español: "Los años maravillosos", aunque una vuelta en el canal 9 de Romay la apodaron "Kevin, creciendo con amor"... (mmmmmm, acompañado de mordedura del labio inferior).
No sé que fue lo que me atrajo: si el contexto sesentoso; la excelente música que solía desplegar la serie y que, de paso cañazo, me hizo conocer; la identificación inevitable con Kevin Arnold; en fin… Lo cierto es que, estuviera en el horario que a la grilla televisiva se le ocurriese, yo decía: Presente.
La introducción me la sabía de memoria (¿filmada con la Super 8 o cámara casera?), pero no fue hasta entrado un largo tiempo que descubrí que la canción cantada por Joe Cocker no era ni más ni menos que ¡¡With a little help from my friends!! Entonces, estallé en alegría…
La voz en off me mataba: la vista retrospectiva del Kevin adulto. ¡Cómo putée cuando les cambiaron las voces a lo personajes!
Es innegable que hay pocas parejas del mundo televisivo que pueden resistir el paso del tiempo con gracia y unas good memories de parte de la audiencia, pero no me van a objetar que ¿¿Winnie Cuper y Kevin Arnold no integran el Top Five de las mejores parejas de la series de yankilandia sólo por debajo de la conformada por Ross y Rachel??
Podría ponerme a recordar temporadas, capítulos, secuencias, escenas, personajes, canciones, emociones, sensaciones, y bla bla bla, pero prefiero decir sólo una cosa: Paul no era ni es ni será jamás Marilyn Manson. Déjense de joder. Tengo pruebas. Y testigos.
Sin más...
un tal Vidal
1 comentario:
nunca me gusto esta serie pero tu amor por la serie hizo q se me llenaron los ojos de lagrimas. no es poca cosa pablito.
PD: y q onda la nota sobre el disco de Paul?
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