jueves, 18 de diciembre de 2008

El regalo de Denver

Carta navideña a Puan francés:

Gracias, me re sorprendieron. Y esos regalos... ¿los puedo abrir? Ya se que no debo, pero... Es díficil ser un dinosaurio perdido en Buenos Aires. En fin, no los quiero incomodar más. Tampoco quitarles su valioso tiempo. Es bueno saber que hay un blog cualunque y aburrido que piensa en Denver. Los quiero. Si no tienen pan dulce, apropicuense al lago de los bosques de Palermo que quizás me encuentren y les convido pan dulce sin pasas (las pasas apestan). Los veo al rato.
Con amor,

Denver.

Y aquí va mi regalo, pasenla lindo chiquis...


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Perdón, pero vieron el fffffffaso que denver les otorga a los niños en el segundo 43 y a continuación el remolino de emociones azules?
Qué bárbaro

Anónimo dijo...

alto tronchaso fleco!

Anónimo dijo...

Drogas, ¿Para qué?

Anónimo dijo...

Para evadir la realidad nefasta en la que nos rodean los puanameños y denver.

Anónimo dijo...

este blog es cualquiera