Debió ir al baño y notar que su cara estaba desmejorada, porque cuando volvió dijo tres palabras y se marchó. Caminó por la calle y dejó rodar algunas lágrimas por su mejilla. Tropezó con algún cordón. Sudaba. Sentía escalofríos. Su mente no podía relajarse e insistía incesantemente cual pantalla cinematográfica, proyectando aquel momento vivido. Sufría.
vid
miércoles, 13 de febrero de 2008
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5 comentarios:
Jojojo!
Jijiji!
Jajaja!
aguante I´ m the walrus!
Muy bueno el cuento Pablo. Celebro que postees seguido en el blog. Y sigo reclamando la crítica del disco de Paul.
Aparte del texto que dije en el otro post tengo otro que quiero escribir que es como un anexo del otro. O al reves. Es sobre lo pop. Y bueno Paul no podía faltar ahí. Estoy empezando a querer a Paul. Y creo que un poco es gracias a vos Pablo.
¿Me estaré volviendo tolerante? No creo
todos sabemos que sos encantador, fabio, no te hagas
esa cancion que se supone muy pedorra, me emociona mucho :s
si soy un dulce de leche
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